Gotas de Esperanza: Humanidad (1a. parte)

Una las preguntas filosóficas que se han planteado tanto en Oriente como Occidente es sobre la naturaleza humana con diversos puntos de vista. En esta serie de tres columnas sobre ‘humanidad’ tomaremos la concepción de que el ser humano es compasivo por naturaleza. Esto implica que la violencia es resultado de la ignorancia sobre lo que verdaderamente somos dando cabida a pensamientos y acciones nutridos de ira, violencia y egoísmo que derivan en una actitud desesperanzadora sobre la humanidad.

El primer elemento a discutir sobre la humanidad es el trato a otras especies. El movimiento ambientalista ha establecido una agenda social, política y económica sobre la manera de cuidar los recursos naturales. Sin embargo, otro aspecto fundamental es la manera de compartir nuestra existencia con los animales. Al tener sentimientos, ellos también buscan, aunque de manera instintiva, la felicidad. Es por ello que un grado de humanidad se puede medir en la manera en que los tratamos.

Hay personas que ganan dinero, son reconocidos y disfrutan el maltratar—o matar—a los animales haciendo de manera explícita el supuesto poderío del ser humano sobre aquellos o al menos disfrutan el ver cómo se hace. Hay otras personas que abusan de los animales domésticos al molestarlos constantemente—física y emocionalmente—, justificando su maltrato diciendo ‘mira, bien que le gusta porque aquí sigue’. Esta actitud sólo aumenta los sentimientos de poder, soberbia y egoísmo que van en contra de nuestra naturaleza.

La tarea es reconocer y desarrollar nuestra humanidad al extender nuestra actitud compasiva con todos los seres vivientes a nuestro alrededor, reconociendo su valía por el mero hecho de existir y utilizando nuestro raciocinio en busca de su beneficio y no de su sufrimiento.

Reflexionemos: ‘un aspecto de mi humanidad está ligada a todos seres vivientes, por lo tanto, el ‘ser humano’ implica ‘ser compasivo’ en todo momento y disfrutar la existencia compartida en un mundo interdependiente’.